100% NATURAL. Mientras existan pastos para las ovejas, les crecerá la lana nueva cada año, lana que hay que quitar.
Regula la temperatura corporal: Impidiendo que sudes.
Anti bacteriana, no retiene olores: La lana merino es naturalmente anti bacteriana gracias a la lanolina, un compuesto similar a la cera que previene el crecimientos de las bacterias y el mal olor. Por ello no hace falta lavarla con frecuencia.
Repele la humedad: Sus fibras permiten la circulación del aire, manteniéndote seco en condiciones cálidas.
Natural y biodegradable: Una buena forma de contribuir al planeta, pues esta lana se desintegra en cuestión de pocos años, sirviendo como abono para la tierra.
Elástica: Incluso después de doblar y alisar la fibra de lana 20.000 veces, no pierde sus propiedades originales, es incluso 7 veces más resistente al desgaste que el algodón e incluso 10 veces más que la seda. A temperaturas demasiado altas, la fibra de lana se encoge, pero cuando se estira, puede volver a su forma original y, si se cuida adecuadamente, los productos de lana durarán muchos años.
Resistente a las manchas. La fibra de lana tiene una capa exterior protectora natural que evita la formación y absorción de manchas. La lana acumula menos polvo y su grasa de lanolina facilita la eliminación de la suciedad de las telas.
La lana también tiene un alto nivel natural de protección UV (ultravioleta), que es mucho más alto que el de los materiales sintéticos o de algodón.